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Nota Publicada en el Suplemento Salud de La Voz del Interior 11/04/12 |
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El clima es un importante condicionante de patologías y tiene significativo impacto en la salud de los niños. Y dentro de la población pediátrica existen grupos particularmente vulnerables que tienen mayor probabilidad de enfermarse y/o padecer afecciones de mayor gravedad. En este sentido podríamos incluir tres situaciones: niños con alguna minusvalía (prematuros, desnutridos, enfermedades crónicas, etc.), entorno medio ambiental desfavorable (alimentación, abrigo, cuidados, vivienda inadecuados) y factores de exposición aumentados (concurrencia a jardines y escuelas). Estos casos puntuales merecen una atención especial en materia de prevención, por lo que es bueno tomar recaudos antes que los fríos nos sorprendan. Las estrategias incluyen acciones directas e indirectas; dentro de las primeras la vacunación es una herramienta de gran valor siendo muy importante tener todas las dosis colocadas (incluyendo la antigripal). Las medidas indirectas contribuyen a mejorar las barreras de protección y evitar la extensión de las infecciones a las contactos cercanos; ellas con: alimentación equilibrada (lactancia materna como pilar fundamental, aporte de vitamina C de fuentes naturales como los cítricos), evitar contaminantes domiciliarios (los niños fumadores pasivos se enferman con más frecuencia y severidad), ventilación adecuada de ambientes, higiene minuciosa (lavado de manos de niños y cuidadores, lavandina, alcohol en gel, papel descartable para limpieza de mocos), consulta médica oportuna (no auto medicar ni menospreciar los síntomas respiratorios porque la demora en un tratamiento hace más grave la enfermedad).
Dr. Mario Polacov: Médico Pediatra - Miembro del Comité de Pediatría Ambulatoria de la Sociedad Argentina de Pediatría Filial Córdoba |